Glosario básico sobre erupciones volcánicas y sus peligros
Índice de términos
Un volcán es geológicamente activo cuando ha tenido, al menos, una erupción en los últimos 11.700 años (Holoceno) o bien cuando, sin certeza de esto último, presenta signos de actividad como desgasificación, sismicidad o deformación del terreno.
Volcán construido por el o los productos de una erupción o una fase eruptiva. Esta puede durar desde semanas hasta varios años, pero es esencialmente una erupción prolongada involucrando un tipo de magma, la cual suele ocurrir a través de un único conducto de salida a partir de un sistema alimentador simple. Generalmente estos centros corresponden a conos, anillos o depresiones de dimensiones pequeñas y pueden tener asociados flujos de lava.
Volcán construido por los productos volcánicos (lava y depósitos piroclásticos) de muchas erupciones, separadas por períodos relativamente largos y, a menudo, involucrando diferentes tipos de magma. Estas erupciones suelen ocurrir a través de múltiples conductos de salida o centros eruptivos a partir de un sistema alimentador complicado e intrincado, utilizados repetidas veces. En general, estos centros corresponden a volcanes de dimensiones importantes y de formas variables.
Conjunto de condiciones y procesos resultantes de factores físicos, sociales, económicos y medioambientales, que incrementan la susceptibilidad de una comunidad al impacto de algún peligro (UN, 2002).
Término colectivo para los depósitos piroclásticos no consolidados o como el término particular que describe los depósitos de caída de piroclastos no consolidados.
Señal sísmica relacionada con el movimiento de fluidos al interior de los conductos volcánicos, pero con una naturaleza más sostenida a través del tiempo, con duraciones de horas e incluso días. Las señales de tremor en volcanes activos han sido modeladas como cambios de presión y excitaciones continuadas de fluidos volcánicos y/o hidrotermales que inducen vibraciones permanentes al interior del volcán.
Que posee alto contenido de sílice, SiO2 (usualmente >60%).
Instrumento que mide las ondas originadas por las perturbaciones del terreno. De acuerdo a la configuración y número de estaciones disponibles, permite extraer información sobre el origen de las señales sísmicas como su energía, localización y modelo de fuente productora de la actividad. La unidad de medida generalmente se expresa en velocidad (micrómetros/segundo, µm/s).
Tipo de sismo volcánico asociado a un mecanismo compuesto por movimiento de fluidos al interior de un edificio volcánico y fracturamiento de material sólido (rocas) al interior de un edificio volcánico.
Tipo de sismo volcánico asociado al movimiento de fluidos al interior de un edificio volcánico. En general, se encuentran asociados a procesos con origen en la física de fluidos multifase (gases y líquidos) a través de grietas y conductos. Algunas de estas señales se asocian con mecanismos de desgasificación en canales abiertos. El líquido y el gas pueden ser de origen magmático o hidrotermal dependiendo del escenario volcánico, siendo el contenido gaseoso variable de acuerdo a su volatilidad y a la profundidad de la fuente.
Vibraciones continúas de la superficie o sucesión de pequeños sismos, los cuales generan una traza sísmica, cuya duración varía entre minutos, horas e inclusive días. El tremor volcánico se asocia con la dinámica de fluidos (gases o líquidos) de origen magmático o hidrotermal. Las señales de tremor en volcanes activos han sido modeladas como cambios de presión y excitaciones continuadas de fluidos volcánicos y/o hidrotermales que inducen vibraciones al interior del volcán.
Tipo de sismo volcánico que involucra procesos de fracturamiento de material sólido (rocas) al interior de un edificio volcánico. Principalmente ocurre en las rocas de comportamiento frágil alrededor del reservorio de magma y en los conductos dentro del edificio volcánico o incluso a mayor profundidad dentro de la corteza. Puede reflejar rupturas ligadas a esfuerzos inducidos por intrusión o migración de fluidos magmáticos, a la expansión de fluidos geotérmicos de alta presión, o a fallas de tensión en la roca causadas por contracción térmica debido a enfriamiento en las cercanías de un cuerpo magmático.
Representa el contenido frecuencial de las ondas sísmicas y su dominancia en el tiempo. Este parámetro sirve para discriminar el posible origen de la actividad sísmica, la cual puede estar asociada a volcanes, tectónica o bien fuentes externas, como viento, mareas, o actividad antrópica.
Es la cualidad que denota la capacidad de recibir modificación o impacto por algún proceso volcánico, que puede poseer una población, un lugar o un elemento. En todos los casos, la extensión de estas regiones depende del tamaño de los procesos volcánicos involucrados.
Descripción y medida de consecuencias potencialmente perjudiciales para la vida y la salud, subsistencia, propiedad, economía o medio ambiente. Resulta de las interacciones entre peligros naturales y condiciones humanas para una determinada área y para un período de referencia (UN, 2002).
Representa un valor general de la amplitud de la señal sísmica en periodos de tiempos determinados, en general de 5 a 10 minutos, que permiten realizar un seguimiento continuo acerca de la energía sísmica de las fuentes relacionadas con el sistema volcánico.
Probabilidad de ocurrencia de un fenómeno o episodio volcánico, el cual presenta una intensidad en un período de tiempo dado, en un sector determinado.
Fragmento volcánico eyectado a la atmósfera durante una erupción explosiva. De acuerdo al tamaño se clasifican en: bloques o bombas (>64 mm de diámetro. Los bloques son angulosos y las bombas son redondeadas o con forma aerodinámica), lapilli (entre 2 y 64 mm) y ceniza (menor a 2 mm).
Piroclasto que al ser emitido desde un cráter sigue una trayectoria parabólica, similar a un proyectil, y con poca influencia del viento. Usualmente corresponden a tamaño de bombas o bloques.
Piroclasto liviano, relativamente poroso y usualmente de color claro, que se forma durante erupciones explosivas, por la fragmentación de un magma viscoso de composición ácida (rica en sílice) a intermedia.
Corriente diluida con alto contenido de gases, que se desplaza como una nube turbulenta a alta velocidad (100 a 400 km/h) y alta temperatura (decenas a centenas de °C), cuya dinámica tiene la capacidad de sobrepasar barreras topográficas.
Roca fundida a alta temperatura (700 – 1300°C) formada por una mezcla heterogénea de líquido (fundido), gases (volátiles) y sólidos (cristales). Se genera a profundidades variables en la corteza o manto superior, y cuando alcanza la superficie forma diversos productos derivados de los procesos volcánicos.
Medida del tamaño de una erupción, la cual representa la cantidad total de magma emitido durante el evento, la que se representa indistintamente tanto en unidades de volumen (km3) como de masa (kg).
Medida cuantitativa del tamaño de un sismo en su fuente, relacionada con la energía sísmica liberada durante el proceso de perturbación. Es un parámetro independiente del sitio de observación y se determina con base en la amplitud y la frecuencia de la señal sísmica.
Flujo de detritos formado por una gran descarga de fragmentos volcánicos frescos, cuyo agente de transporte es el agua. Se puede formar por fusión repentina de hielo y/o nieve durante una erupción o por el arrastre de material no consolidado en las laderas de un volcán durante lluvias torrenciales (en este último caso se denomina lahar secundario). Estos flujos se desplazan principalmente por los cauces que descienden de un edificio volcánico, a velocidades que pueden superar los 100 km/h y son altamente destructivos. La proporción de agua y sedimentos en el flujo tiene relevancia ya que define su dinámica. Ver Flujo de detritos o Flujo Hiperconcentrado.
Removilización por lluvias de material piroclástico no consolidado preexistente derivado de erupciones explosivas, los cuales son altamente susceptibles de ser removilizados. Estos fenómenos pueden generar cambios en la dinámica de los ríos, provocando episodios de agradación, desbordes y abandono de los cauces originales, además del aumento en la capacidad erosiva y de transporte de elementos de gran tamaño. Por sus características genéticas, los lahares secundarios pueden desencadenarse en cuencas desconectadas del edificio volcánico principal, por lo que el criterio para la selección se basa en la estimación adecuada de los espesores de acumulación de los piroclastos de caída.
Flujo compuesto por roca fundida con sólidos suspendidos (cristales y líticos) y gases, que es emitida por un volcán a la superficie de la Tierra. Ver Colada o flujo de lava.
Método de vigilancia volcánica, en el cual se utilizan puntos espacio-temporales registrados por aparatos de GPS/GNSS. Los cambios de estos parámetros pueden evidenciar procesos de deformación al interior de edificios volcánicos, como la respuesta superficial a intrusiones magmáticas en profundidad.
Margen de actividad habitual de un volcán, que caracteriza su alerta técnica Verde, nivel más bajo de actividad en reposo.
Fenómeno producido por la emisión de radiación electromagnética debido al calor, observado en cámaras al enfocar zonas de alta temperatura. En volcanes están asociados a la presencia de cuerpos magmáticos más superficiales y a los gases con altas temperaturas asociados a estos cuerpos magmáticos.
Instrumento que permite registrar cambios en la inclinación del terreno, siendo esta metodología útil para evidenciar cambios en la dinámica interna de un edificio o zona volcánica.
Estimador de la intensidad de una erupción volcánica (sensu Newhall y Self, 1982) definido por factores como la altura de la columna eruptiva y el volumen emitido. Este índice se estructura sobre la base de una escala empírica de 8 grados donde el volumen de material emitido durante una erupción crece exponencialmente. Por otra parte, existen otros indicadores de la envergadura de una erupción volcánica como la magnitud, cuyo valor que es función directa de la masa emitida.
Concepto que, en volcanología, se utiliza para medir la relevancia de una erupción, representada por la tasa de emisión magmática en el tiempo, habitualmente en kg/s.
Centro de emisión alargado, formado por la salida de lava proveniente de una fractura en la corteza, cuya fuente alimentadora de material magmático proviene del conducto alimentador principal.
Es una masa móvil, saturada en agua, compuesta de una mezcla de rocas, sedimentos, agua y gases, donde entre el 50 y el 80% del material es sólido y se encuentra suspendido en agua. Se desplaza pendiente abajo por influencia de la gravedad, posee un rápido avance, gran movilidad y gran capacidad destructiva. (Véase lahar y avalanchas).
Es una mezcla de agua y sedimentos, con propiedades intermedias entre el transporte fluvial y un flujo de detritos. Los flujos hiperconcentrados contienen entre un 40 y 60% en volumen de sedimentos (Véase lahar).
Nube o corriente densa formada por piroclastos (desde algunos milímetros a varios metros) y gases, que se desplaza por las laderas de un volcán y principalmente a lo largo de depresiones topográficas. Se caracteriza por su alta temperatura (hasta 700°C) y velocidad (100 a 500 km/h), siendo altamente destructivo. La mayoría se origina por el colapso de una columna eruptiva explosiva, densa y cargada de partículas incandescentes, pero también por colapso y/o explosión de domos o lavas viscosas, los que se denominan flujos de bloques y ceniza.
Número de ciclos por unidad de tiempo. La unidad de frecuencia es el Hertz (Hz) que corresponde a ciclos u oscilaciones por segundo.
Penacho de gases emitidos a la superficie con una temperatura mayor al punto de ebullición local del agua. Posee importantes variaciones de temperatura y composición química.
Ocurrencia de un conjunto de eventos sísmicos en un área específica durante un lapso relativamente corto. El período utilizado para definir al enjambre en sí es variable. Un enjambre está compuesto por 30 o más eventos en una hora. Si son menos de 30 eventos, se habla de “disparo sísmico”.
Actividad volcánica de baja explosividad, dominada por la emisión de lavas o domos y/o lavas-domos.
Actividad volcánica de alta explosividad, dominada por la expulsión violenta de material piroclástico y gases, a veces acompañada de flujos de lava.
Erupción débilmente explosiva de magmas de composición basáltica o similar, durante la cual es eyectada abundante material escoriáceo, la cual se acumula alrededor del centro de emisión y suele formar un cono de escoria. Estas erupciones están a menudo acompañadas de la efusión simultánea de lava. La emisión del material volcánico puede ser a través del conducto principal o fisuras laterales.
Erupción de bajo nivel explosivo asociada a magmas fluidos, principalmente de composición basáltica. El material volcánico emitido corresponde a flujos de lavas, acompañado de muy poco o nulo material piroclástico, a través de un cráter o de una fisura volcánica.
Evento eruptivo explosivo mayor, usualmente caracterizado por magmas de alta viscosidad y mayor contenido de volátiles, con columnas eruptivas altas (superiores a 20 km) y la eyección de importantes volúmenes de material pumíceo y ceniza que forman extensos depósitos de caída. Estas erupciones son capaces de afectar áreas ubicadas a cientos y miles de kilómetros del volcán.
Evento eruptivo explosivo moderado a grande (magnitud aproximada entre 1010 y 1011 kg), caracterizada por la formación de una columna eruptiva convectiva igual o menor a 20 km de altura con eyección de material piroclástico a la atmósfera que se dispersan por el viento, formando depósitos de caída en áreas ubicadas a cientos de kilómetros del volcán.
Evento eruptivo de carácter muy explosivo y con alto contenido de gases, forma columnas piroclástica que superan los 20 km de altura. El colapso de esta columna forma grandes depósitos piroclásticos denominados ignimbritas.
Evento eruptivo explosivo, violento y breve (segundo a pocos minutos) y de pequeña magnitud (típicamente menor a 1010 kg). Generalmente se presentan como una serie de explosiones discretas de corta duración.
Conjunto de circunstancias que rodean a una erupción. Para la evaluación objetiva del peligro volcánico, los escenarios eruptivos se definirán a partir de sus parámetros eruptivos representativos, tales como, sismicidad, cambios en la actividad fumarólica, entre otros.
Emisión de material volcánico (lava y piroclastos) por un cráter o fisura volcánica. La emisión puede ser tranquila (efusiva) o violenta (explosiva), dependiendo de diversos factores como composición del magma, contenido de gases, tasa de emisión (volumen de magma por unidad de tiempo), interacción con cuerpos de agua, entre otros.
Piroclasto de color oscuro, que se forma durante erupciones explosivas, por la fragmentación de un magma de composición pobre en sílice a intermedia. Exhiben un amplio rango de porosidad, en general inferior a la pómez.
Edificio volcánico formado por una alternancia de lavas y depósitos piroclásticos emitidos durante erupciones sucesivas. Estratovolcán compuesto es un estratovolcán formado por dos o más centros de emisión principales.
Explosión enfocada en el flanco del volcán, generada por una sobrepresión inducida por un magma viscoso, rico en gases. Como resultado se genera una nube piroclástica diluida (oleada), la cual se transporta a grandes velocidades y generalmente a altas temperaturas.
Se refiere a la ocurrencia de un conjunto de eventos sísmicos en un área específica durante un lapso relativamente corto. En sismología volcánica, se habla de disparo sísmico si se trata de menos de 30 eventos dentro de una hora. Si se supera ese margen, se está en presencia de un enjambre sísmico.
Metodología para determinar flujo de determinados gases de origen magmático, midiendo la radiación ultravioleta absorbida. Generalmente se utiliza para estimar flujos de SO2.
Estructura volcánica originada a partir de la emisión de lava muy viscosa que prácticamente no fluye cuando alcanza la superficie. Puede alcanzar varios cientos de metros de altura y algunos kilómetros de diámetro basal. Durante su emplazamiento frecuentemente sufren colapsos parciales que dan origen a flujos piroclásticos.
Parámetro que indica el tamaño de señal producida durante un movimiento de fluidos al interior del edificio volcánico. Es útil para determinar el tamaño y energía de la señal sísmica en la fuente.
Lluvia de piroclastos proveniente desde columnas eruptivas y penachos volcánicos. El depósito resultante puede provocar caída de techos y daños severos a la flora y fauna en localidades cercanas, así como efectos en la agricultura y aeronavegación en zonas alejadas. La ceniza más fina puede ascender a las capas superiores de la atmósfera y ser transportada miles de kilómetros. El origen de la palabra piroclasto es el griego “piro”, que significa fuego; y “clasto”, que significa fragmento. Esto se debe a que los griegos asumían que los volcanes arrojaban “fragmentos de fuego”. (Ver piroclasto)
Depresión volcánica de apariencia circular o elíptica, cuyas dimensiones pueden alcanzar varios kilómetros. Se puede formar por el colapso vertical en un estratovolcán o complejo volcánico durante una erupción de gran magnitud, o por el hundimiento de una cámara magmática.
Cámara de vigilancia que permite transmitir información en tiempo real de la actividad superficial (procesos de desgasificación, incandescencias nocturnas, derrumbes, emisión de cenizas, entre otros) sobre determinado volcán.
Aparato que permite registrar la radiación infrarroja emitida. Es especialmente útil para la vigilancia diurna y nocturna, pudiendo determinar la emisión térmica de la actividad volcánica.
Ver piroclasto. Debido a su pequeño diámetro y, por ende, a su escaso peso, las partículas de ceniza son fácilmente transportadas por el viento.
Centro de emisión de piroclastos y/o lava que no forma parte del conducto principal, se ubica en el flanco o próximo al edificio volcánico. Este suele compartir la misma fuente alimentadora de magma que el volcán principal.
Material incandescente, de alta temperatura (700 – 1200°C), formado cuando el magma sale a superficie de forma tranquila y pasiva (no explosiva) y fluye por gravedad, formando flujos de distintas viscosidades que escurren a velocidades inferiores a 1 km/día o hasta 10 km/h.
Mezcla de piroclastos y gases de alta temperatura, formada durante erupciones explosivas, que asciende sobre el centro de emisión y se inyecta a la atmosfera hasta alcanzar un nivel de equilibrio, alcanzando alturas de hasta algunos kilómetros. Esta columna puede ser dispersada lateralmente según la dirección de viento predominante por difusión atmosférica, formando un penacho volcánico.
Conjunto de centros de emisión formados por diferentes estructuras y productos volcánicos yuxtapuestos, que en algunos casos comparten un sistema alimentador y pueden estar genéticamente relacionados.
Es la composición química de un magma. Un sistema de clasificación ampliamente utilizado para erupciones silicatadas se basa en los contenidos de sílice (SiO2) y álcalis, definiéndose composiciones basálticas (<52% SiO2), andesítico-basálticas (52% – 57% SiO2), andesíticas (57% – 63% SiO2), dacíticas (63% – 69% SiO2) y riolíticas (>69% SiO2).
Pequeño volcán, generalmente monogenético, construido comúnmente durante erupciones estrombolianas. Suelen tener sección basal aproximadamente circular, pendientes de ca. 33° y un cráter central con forma de bol o cuenco. Cono de escorias es un cono de piroclastos formado principalmente por piroclastos porosos grises a oscuros de composición basáltica o andesítico-basáltica.
Depresión o abertura, usualmente subcircular, por donde son emitidos los piroclastos, gases y/o lava durante una erupción volcánica.
Domo (véase definición) que debido a su alta viscosidad se forma dentro de un cráter, bloqueando la salida de lava.
Es un instrumento utilizado para medir las perturbaciones del terreno. En este caso se mide la aceleración de una partícula en el sitio de registro. El acelerómetro es particularmente útil para medición de eventos sísmicos con magnitudes moderadas a altas (ML > 3).
Proceso caracterizado por la emanación, pasiva o intensa, de gases a temperatura relativamente elevada, por lo general superior a 100°C. Los gases se componen principalmente de vapor de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), dióxido de azufre (SO2), ácido sulfhídrico (H2S), ácido clorhídrico (HCl) y ácido fluorhídrico (HF). Dependiendo de su concentración, algunos de estos gases pueden alcanzar niveles perjudiciales para la salud humana.
Medida de la variación máxima del movimiento producido por ondas sísmicas.
Combinación de factores asociados con el peligro intrínseco que representa cada fenómeno volcánico y la exposición (vulnerabilidad) de la población, infraestructura y/o actividad potencialmente afectados. En algunos países sudamericanos la palabra ‘amenaza’ se utiliza como sinónimo de ‘peligro’.
Corresponde a un flujo de detritos formado por el colapso parcial o total de un edificio volcánico. Se desplaza a velocidades que pueden alcanzar los 300 km/h, y arrastra bloques de varias toneladas y metros de diámetro.
MATERIAL DIDÁCTICO